Un lifting facial es la forma más eficiente de eliminar o reducir la aparición de arrugas y flacidez en la cara causada por la edad. Es una cirugía estética tradicional donde la piel se levanta de modo que la piel y los tejidos de abajo puedan ser apretados y la piel puede cambiar de posición suavemente sobre la cara.

 

Para el procedimiento, se usa anestesia general o un sedante vía intravenosa y anestesia local para adormecer la piel. El cirujano hace una incisión en la parte delantera de la oreja (aunque a veces se realizan otros tipos de incisión). La piel se eleva, y el músculo y el tejido debajo se aprieta. Se puede eliminar algo de grasa y piel. Más adelante se sutura la incisión. Esta suele caer a lo largo de la línea del cabello o en un lugar donde la piel tiene pliegues naturales, de manera que no se nota después de la cirugía. La cirugía por lo general toma varias horas, pero el paciente puede ser capaz de volver a su casa ese día.

 

Después de la intervención, la cara es vendada y los apósitos se eliminan normalmente de uno a dos días más tarde. Si un tubo de drenaje se ha colocado (por lo general detrás de la oreja), también será eliminado de uno a dos días después de la cirugía. El médico retirará los puntos de sutura en 5 o 10 días. El médico puede recetar medicamentos para aliviar el dolor.

 

Tener hinchazón y hematomas en la cara es completamente normal. Bolsas frías pueden ayudar a aliviar estos efectos secundarios y el médico puede indicar que mantenga la cabeza elevada. La mayoría de las personas pueden regresar a sus actividades normales de 2 a 3 semanas después de una cirugía estética.